Sinopsis:
Años
después de su divorcio, el veterano novelista Bill Borgens sigue obsesionado
con Erica, la mujer que lo abandonó por otro hombre. A pesar de los esfuerzos
de su vecina Tricia, él sólo tiene ojos para Erica. Cuando Bill descubre que su
hija Samantha acaba de publicar su primera novela, se da cuenta de que él hace
tiempo que no escribe. Al mismo tiempo, su hijo Rusty intenta también encontrar
su camino como escritor de ficción.
Mi
opinión:
La
película empieza con una frase que realmente llama la atención: “Recuerdo que me dolía. Contemplarla me dolía”.
En la primera escena aparece Rusty, un chico que parece estar enamorado de una
de las chicas que va con él a clase, por otro lado tenemos a Samantha, una
chica que no cree en el amor, o que prefiere no enamorarse porque sabe lo que
duele, no lo sabe por experiencia propia, sino porque su madre se fue con otro
y su padre lleva tres años esperándola. Bill sigue esperando a Erica, va a
espiar a su casa y la vigila para ver cuándo volverá, pero esta le repite una y
otra vez que no va a volver a casa por mucho que él quiera. El transcurso de
ese año hace que Rusty tenga nuevas experiencias, que Sam empiece a creer en el
amor y que Bill tenga algo de esperanza. Dicen que al final todo sale bien ¿no?
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